En una línea de producción, la fase más delicada es la dedicada a la fabricación de herramientas industriales pequeñas, como engranajes o cadenas. A diferencia de otras etapas hoy completamente automatizadas, esta fase todavía requiere ensamblaje manual. Por ello, la iluminación es un factor clave: debe ofrecer una visibilidad óptima sin interferir en la labor del operario.
Las lámparas de trabajo RIMSA, gracias a su tecnología derivada de las lámparas médico-quirúrgicas, eliminan cualquier interferencia visual como sombras o deslumbramientos, permitiendo trabajar con precisión y concentración. Además, su luz está diseñada para evitar la fatiga ocular, garantizando una visibilidad de calidad durante largos periodos de tiempo sin efectos adversos.
“Ver bien es trabajar mejor”, afirman los optometristas. Está demostrado que las lámparas LED de RIMSA reducen significativamente los errores y, en consecuencia, también los costes operativos.
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