El trasplante capilar requiere una iluminación precisa para garantizar resultados estéticos óptimos.
El trasplante capilar es una intervención dermatológica que consiste en transferir e implantar pequeñas zonas del cuero cabelludo o únicamente los folículos pilosos desde una zona con alta densidad capilar hacia otra con menor densidad.
El trasplante puede realizarse mediante donación o mediante autotrasplante, es decir, los folículos se extraen del propio paciente y se reimplantan en las zonas con menor densidad. Esta intervención puede llevarse a cabo tanto para tratar la calvicie masculina o femenina como para abordar la pérdida de cabello provocada por otras causas congénitas.
Al igual que en dermatología, durante los exámenes y procedimientos de trasplante capilar, la luz es fundamental: debe asistir tanto en el análisis como en la observación precisa del cuero cabelludo y del cabello.
La iluminación debe ser intensa y definida, y el haz de luz no debe sufrir alteraciones, generar sombras —en caso de que se interpongan objetos entre el haz y el área de trabajo— ni provocar reflejos.

Trasplante de cabello
Recomendación luminotécnica
Lámparas con luz fría y un alto índice de reproducción cromática para distinguir los detalles del cuero cabelludo.
Las lámparas RIMSA están equipadas con una tecnología especial antirreflejo que garantiza un haz de luz directo y constante durante toda la duración de la intervención.
La lámpara RIMSA ideal para el trasplante capilar es la lámpara médica Prima-Fix. Prima-Fix cuenta con un práctico brazo articulado que permite al médico dirigir la luz de la manera más cómoda para la intervención, asegurando al mismo tiempo una estructura rígida y estable.